martes, 22 de marzo de 2011

Juguetes pueblan la puna catamarqueña

Estamos en el departamento de Antofagasta de la Sierra, en plena campaña solidaria.

Allá están Patricio Parente y Daniel López entregando las donaciones que durante cuatro meses fuimos reuniendo gracias a la generosidad de mucha gente. Además de ropa esta vez queríamos llevar juguetes para -deciamos al empezar- acariciar el alma de cada uno de los pibes y pibas de la puna catamarqueña. Porque allá, en lo alto, a casi 4.000 metros de altura ellos hacen Patria todos los días. La pelean día a día, con distancias enormes y un clima riguroso. Y la ganan...Y de paso nos enseñan....por eso un gracias enormes para ellos. De todo corazón.

Y de corazón es lo que escribe Patricio en un mensaje que nos llega desde aquél mágico rincón: de salinas, desiertos y volcanes.

Esto es lo que nos cuenta:

"Hace un ratito estaba mirando las fotos que tomé, mientras me emocionaba con algunas...

Hace un ratito vinimos de Los Nacimientos…

Será que las nubes se deshojaron cerquita de la bandera, o eran los chicos de la escuela que nos estaban esperando…

Ahí mismo armamos la mesa con los juguetes, los que recibirían cada uno…

Y los que sortearíamos... las nenas armaron una fila, y los nenes otra, y estaban las guagüitas que sostenían las mamás.. Eran todos unos quince.. que recibieron su regalo, y después jugaron, mientras dispusimos la ropa para todos en el salón comunitario, y vinieron todas las familias del lugar, y eligieron..

Algo parecido pasó ayer, en Ciénaga Redonda, a orillas del Salar del Hombre Muerto, a cuatro horas de camión de juguetes de Antofagasta, luego de pasar por dunas, salares, lagunas turquesas con flamencos, valles, quebradas y otras tantas que ya les contaré..

Pero lo del domingo está en el podio..

Fue en Antofalla.. justo antes de llegar, el salar apareció, y lo miramos desde lo alto, desde una cuesta, era imponente.. y su superficie blanquecina dejaba lugar a unas montañas, que parecía emergían del salar, por doquier, coloreadas de colorado, marrón y violetas, y eran de otro planeta.. ese paisaje era de otro planeta, tal vez Júpiter..

Ya en Antofalla, luego de repartir los juguetes, los pequeños, de distintas edades, se pusieron a jugar.. "esto era lo que siempre he querido" se escuchó que decía uno, mientras caminaba con su arco y flecha, el mismo que luego se puso a correr unas gallinas, y nos reímos.. estaba la pequeñita que se asustó con el muñeco grande, pero grande, de frutillitas, de esas de los dibujos animados.. estaba Uriel, que se ganó la bici, y los demás, sin ganar la bici, le enseñaban cómo andar.

Pasa que estos pequeños juegan en grupo y comparten.. casi todo.. por eso la idea que cada uno tuviera su juguete, que tuviera algo propio, no por posesión, sino algo a que mimar y ser mimado.. después por su forma de vida, sabrían de compartirlo, y así lo hicieron..

Y en Antofalla, hicimos la cámara oscura.. y algunos de los pequeños, dentro del aula, veían a los amiguitos, que estaban fuera del aula, proyectados en una papel de calcar, grande.. y hacían caras.. y nosotros, dentro de la sala, a oscuras, adivinábamos las caras que ponían.. y todo gracias a un pequeño orificio por donde ingresaba, majestuosa, la luz..

Después jugamos con el cristal, gracias a otro haz de luz, el del atardecer, que hacía algo así como ondas de agua dentro de las sala, y algunos arco iris, que los chicos, después del guau, salían a pescar..

Domingo y lucía, los hermanitos de Uriel, se quedaron haciendo preguntas, se quedaron fascinados, entonces les regalé algunas otras magias del cristal.. y luego les regalé un cristal, por su espíritu curioso, y les dije que, luego que dejáramos el pueblo, tendrían que seguir descubriendo la magia del cristal, seguir experimentando, jugando.. y no terminé de decirles que ya lo habían hecho.. Sucedió que estábamos tomando unos mates con Daniel, en otra sala, y al ratito los chicos nos llamaron, que tenían una sorpresa.. habían escrito nuestros nombres en el pizarrón, y cerquita de nuestros nombres domingo sostenía el cristal mientras lucía enfocaba la luz de la linternita que le regalé, y nuestros nombres se llenaron de estrellitas..

Lo mismo hicieron en mi rostro, y me iluminaron de estrellitas.. y de felicidad..

Mañana vamos a el Peñon, y luego aquí, los juguetes coparán Antofagasta (si pueden vean la ubicación de estos lugares en un mapa)

Ahora vamos por un feca.. y luego a pasear a una laguna, y luego a visitar la entrada del pueblo, donde hay uno de los doscientos volcanes que tiene la región, el que visitamos tiene la particularidad que semeja una gran araña.. cuyo núcleo está rodeado de patas, formadas por rocas negras, gigantes, parecen esas escolleras de mar del plata, pero retorcidas, gigantes y volcánicas..
Ya lo verán en las fotos.. o si algún día tienen posibilidad de visitar el lugar..

Será hasta la próxima.."

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